Crea en Dios y camine sobre las aguas
Todos decimos tener fe, pero ¿realmente podríamos asegurar que se trata de una fe auténtica? Pregúnteselo por un solo instante. La respuesta honesta, nacida de lo más profundo de su corazón, lo sorprenderá.
Realmente no, no tenemos fe; o al menos, no como lo proclamamos. Aún nos embargan las dudas. Y son esas dudas las que levantan enormes barreras para que los milagros ocurran en nuestras vidas.
El primer obstáculo: identifcar el mover de dios
Para que nuestra vida de fe experimente cambios, debe ser transformada. La transformación toma como fundamento desarrollar intimidad con Dios. Y en esa dirección, hay dos caminos que van íntimamente ligados uno con el otro:
La lectura sistemática de la Palabra de Dios, para conocer cómo obra Él en medio de las circunstancias.
La oración constante, dinámica de acercamiento a Dios que nos permite ser sensibles a su voz, a su mover y a la guía que nos ofrece en cada paso.
Cuenta un relato bíblico contenido en el evangelio de Mateo, capítulo 12, que Jesús instruyó a sus discípulos para que subieran a una barca y cruzaran el mar de Galilea. Entre tanto, él se quedaría para despedir a la multitud (vv.22-24) Sin embargo, en medio de la travesía, la embarcación se vio sometida a un intenso oleaje que amenazaba su estabilidad. Todos estaban aterrorizados.
“A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. 26 Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: — ¡Es un fantasma! Pero Jesús les habló, diciéndoles: — ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!” (Mateo 12: 25-27. Versión Dios habla hoy)
Tenga presente que si desarrollamos intimidad con Dios, no solo reconoceremos su voz sino que, además, confiaremos que cualquiera sea la circunstancia adversa que enfrentemos, Él obrará a favor nuestro.
Del dicho al hecho hay mucho trecho
El apóstol Pedro protagonizó muchas escenas en los evangelios, donde se le presenta como alguien impulsivo y al mismo tiempo, temeroso.
Mateo grafica el asunto cuanto relata que al ver a Jesús, aún con ciertos atisbos de incredulidad, le dijo:
“Entonces Pedro le respondió: — Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
— Ven — dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: — ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: — ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?” (Mateo 12: 28-31. DHH)
Al igual que muchos de nosotros, para Pedro era muy fácil pregonar su fe; lo complicado era vivirla. La enorme brecha que hay del dicho al hecho.
Marque la diferencia: crea en dios
La diferencia la marca una fe auténtica que confía plenamente en Dios, sin importar las circunstancias. Sin que el ruido de las olas y la violencia del viento nos lleven a temer. Sólo de esta manera podemos caminar sobre las aguas.
Relata el evangelio: “En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: — ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!” (Mateo 12: 32, 33. DDH)
El fluir poderoso e inagotable de Dios se manifiesta entre quienes creen. Creer es la palabra clave. Pequeña pero transformadora.
Revise su existencia. Probablemente comprobará que son necesarios varios ajustes. Uno de ellos, lo relacionado con la fe.
No podría despedirme sin antes invitarle para que abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Es la mejor decisión que podrá tomar. Él traerá transformación a sus pensamientos y acciones.
Publicado en: Estudios Bíblicos
Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.estudios-biblicos.com/site/index.php/crea-en-dios-y-camine-sobre-las-aguas/
Temas Relacionados:
Un consejo oportuno con fundamento en la Biblia.